11 Técnicas para tratar con personas difíciles
A lo largo de nuestra vida todos nos topamos con algún familiar, amigo o compañero de trabajo, con un carácter irascible, fuerte. Pierden los papeles a menudo y nos vemos involucrados en discusiones sin sentido en las que es prácticamente imposible hacer entrar en razón a la otra persona.
No todas las personas reaccionan igual ante las mismas respuestas o actitudes, pero te traemos 11 técnicas para poner en practica y así salir de ese incomodo momento.
1. Escucha El paso número uno para mantener una conversación con cualquier persona se hace más importante cuando se trata de alguien irascible e irracional. Cuando escuchamos realmente estamos centrándonos en lo que la otra persona está contando y no en lo que queremos comentar a continuación. Si no prestamos atención a lo que dice alguien en un pico de ira transitoria y después nos pide que demos opinión, nuestro despiste sólo incrementará su enfado.
2. Mantén la calma Cuando nos encontramos en una situación con alta carga emocional es complicado no dejarnos llevar por el calor del momento y saltar. Controlar la respiración con inspiraciones lentas y profundas o contar interiormente hasta diez –o cien si fuese necesario– nos ayudará a no acabar igual de nerviosos que la otra persona.
3. No juzgues (Mateo 7:1) Normalmente no tenemos ni idea de si le pasa algo en su vida personal que hace que pierda los nervios con facilidad. Intenta ser comprensivo y entender el trasfondo de su estado de ánimo de esa persona sin tacharla directamente de enajenada.
4. Sé respetuoso Independientemente de cómo te esté tratando la otra persona (dentro de unos límites, claro) mostrar desprecio nunca te ayudará a resolver la situación de manera productiva
5. Busca el motivo oculto de su comportamiento Pregúntate qué es lo que esta persona está tratando de ganar –o de evitar– con este momento de histeria. Quizás su actuación no intente más que llevarte al despiste.
6. No le recrimines su comportamiento Si alguien está molesto, se pone nervioso y no es capaz de calmarle, que le repitas que se le está yendo de las manos es contraproducente y sólo hará que su enfado aumente. Ahora, además, se sentirá humillado, y será por tu culpa.
7. No le des la razón como a los locos Decirle ‘lo entiendo’, por lo general, sólo empeora las cosas. Probablemente no se comprende ni él mismo como para que le tomes el pelo con una falsa empatía. Mucho mejor ampliar información con un ‘explícame más para que pueda entender mejor’. Mientras argumenta, de paso, puede que relaje los ánimos.
8. Evita sonreír Si pones una sonrisa puede parecer que te estás burlando de la persona. El humor a veces puede relajar el ambiente, pero según con quién estés hablando y qué tipo de comentarios hagas, puede complicar más la situación.
9. No te pongas a la defensiva Cuando alguien nos está atacando verbalmente diciéndonos cosas desagradables o que no son ciertas es muy difícil controlarnos, pero si te pones a su nivel entrarás en un bucle sin fin. No te lo tomes como algo personal, recuerda que el drama no va contigo.
10. No respondas con ira (Romanos 12:17) Subir el tono de voz, señalar a la otra persona con el dedo o responder irrespetuosamente sólo añade más leña al fuego. “Usa un tono de voz bajo y tranquilo, incluso monótono” recomienda la psicóloga.
11. Después de la tormenta; descarga la tensión Hablar con alguien te ayudará a deshacerte del estrés acumulado tras la discusión. Puedes deshacerte de la adrenalina acumulada yendo a dar un paseo, a correr o saliendo a cenar algo. No dejes que las emociones se acumulen en tu cuerpo o acabarás siendo tú quien tenga un brote de ira a la mínima.
Fuente: ACV